No se sabe si ourrió hae siglos, o hace un rato, o unca.
Ala hora de ir a trabajar, un leñador desubrió que le faltaba el hacha. Observó a su vecino que tenía el aspecto
típico de un ladrón de hachas: la mirada, los gestos, la maera de hablar...
Un día después, el leñador enotró su hacha, que estaba caída por ahí.
Y cuando volvió a observar a su vecino, comprobó que no se parecía en nada a un ladrón de hachas, ni en la mirada, ni en los
gestos, ni en la manera de hablar.
martes, marzo 01, 2005
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